LOS 5 PICOS VERDES DEL AVILA DÍA 2
25/06/2011
A eso de las 2:00 am aproximadamente comenzó a llover, la carpa donde dormían Nestor y Jordanis se inundó por lo que al despertar a eso de las 6:00 am, mientras preparamos el desayuno (ensalada de Brócoli con Coliflor , atún, guisantes, maíz y pan), Nestor manifestó sus intenciones de regresar debido a las condiciones de su equipo ya que todo se le había mojado. Luego de desayunar y desmantelar el campamento Luis interactuó con otros montañistas de Caracas y franceses que iban hacia el Pico Naiguatá preguntando el tiempo que faltaba para llegar al pico. Partimos a eso de las 9:00 am con rumbo al Pico Goering, que sería la primera cima que conquistaríamos según nuestros objetivos, en el riachuelo que está saliendo de Rancho Grande recargamos agua y nos despedimos de Nestor que se iba de regreso, en este punto la vegetación cambia, ya que daba inicio a la selva nublada y fue ahí donde vimos por última vez a los otros montañistas.
Aquí es donde comienza el camino a las Toyotas, nos veníamos preguntando la razón de ese nombre y no tardamos mucho en percatarnos de ello. Esta parte del sendero se caracteriza por ser inclinado (se camina de forma casi vertical) por un leve “caminito” de unos 40 cm de ancho, de tipo fangoso y arcilloso, aunado a que está rodeado por bambucillo y pasto muy denso, sin menospreciar la humedad y rocío de la neblina lo hace a este trayecto de alto riesgo y de gran respeto.
A las 2 horas y 45 minutos aprox. llegamos a la Explanada, un pequeño claro en el sendero, ahi nos sentamos de nuevo a descansar un poco, de hecho, otro grupo de excursionistas caraqueños con un norteamricano, nos alcanzó y conversaron con nosotros unos minutos, nos levantamos y seguimos el sendero, rumbo al Pico Goering.
A unos cuantos metros antes de llegar al Pico Goering hicimos una parada ya que no habíamos mirado atrás en unas horas, y aprovechando la luz del sol, pues nos aguantamos mientras Jordanis secaba parte de su ropa húmeda producto de la lluvia de la noche anterior, ya se lograba ver un notable cambio en la vegetación, se veía la gran Caracas y al mismo tiempo vimos volar y hacer maniobras a unos 4 aviones Sukhoi, luego de unas fotos respectivas retomamos el camino.
A eso de la 1:00 pm llegamos a la cima del Pico Goering, con 2470 mts tomamos un respiro, preparamos un almuerzo rápido con el fin de “seguir”, a los minutos llegaron 2 montañistas más, Daniel y Wilmer, ahí conversamos 1 hora, intercambiamos comida y procedimos a continuar con la ruta ellos como montañistas ya acostumbrados a esta ruta nos sacaron una ventaja considerable, de hecho suponemos que de unas 2 horas.
Con un paso lento pero seguro, llegamos al Urquijo, ya el agotamiento físico era evidente, al menos Ely David ya lo había manifestado, pues sus rodillas comenzaron a fallar aún asi continuamos el camino era rocoso con mucha humedad y algunos charcos, pero era visible, aun así Wilmer y Daniel nos dejaron señales de pista para seguir rumbo al pico Naiguatá, caminamos un buen rato, de hecho no tomamos el tiempo cuando de pronto subimos por una colina pero nos regresamos al mirar el camino que conduce al cruce con la fila maestra, llegamos al letrero que indicaba la dirección al Naiguatá.
Ya la cumbre esta cerca “ahí mismito a unos 40 min” nos decían los montañistas que venían bajando del pico pero sabemos que eso sería el doble o triple del tiempo, tomando en cuenta el peso de los morrales y el agotamiento, y más que ellos venian bajando y nosotros subiendo, pero ya ese letrero daba más ánimos de continuar y asi fue seguimos por la fila maestra, es impresionante mirar el litoral varguense a tu izquierda, al frente veías las “lomas” de roca que por cierto es como “caminar en la luna” que podías seguir directo y caminar sobre ellas ó bordearlas en busca de buscando los famosos platos del Diablo y a tu derecha veias Caracas.
De pronto, nos conseguimos con un segundo letrero apuntando la dirección al pico Naiguatá, en este parte del trayecto, el camino es fangoso cubriéndote las botas hasta la mitad, ahí aprovechamos para hacer unas tomas en el letrero con el típico “saaaaabe”… de el Bananero.
Continuamos el trayecto y logramos divisar a los lejos los platos del Diablo, ya Ely venia marcando todos los puntos de control señalados en el Mapa en su libreta de campo, subimos una loma pequeña y tras nosotros logramos divisar parte de la cima del pico Oriental.
Seguimos caminando, Luis se adelantó de hecho siempre iba de primero y nos esperaba, cuando de pronto se escuchó: “Negra, es por aquí, sube la lomita que ya estamos hechos”, era Luis hablando con otro montañista justo en la entrada del Anfiteatro, la bienvenida era muy típica, el suelo fangoso nuevamente asi que una vez más a mojarse los pies justo en el anfiteatro todo es distinto, es un mini valle entre rocas altas, al menos habían unas 80 personas acampando ahí, los montañistas caraqueños y franceses que vimos en Rancho Grande nos reconocieron de inmediato y nos saludaron, de hecho nos recomendaron algunas “cuevas” para acampar, para protegernos del frio, pero el lugar estaba lleno de carpas de hecho había un grupo de campistas que comento “Otros más, que la…” como si es que el parque nacional es de ellos, en fin merecen un certificado de ignorancia con honores.
